¡Sé un inversionista hoy!

En la vida existen cuatro tipos de personas. Los empleados, autoempleados, empresarios e inversionistas. Este es un concepto básico que lo ha popularizado Roberto Kiyosaky, experto en libertad financiera. En modelo convencional es primero ser empleado de alguien, al ganar conocimiento y experiencia profesional te conviertes en autoempleado proveyendo tus productos y servicios. Hasta ahora estas intercambiando tu tiempo por dinero y tu trabajas para el dinero. Con mayores conocimientos, contactos y habilidades creas tu propia empresa. Al iniciar tu empresa no significa que eres empresario, lo más probable es que sigas siendo autoempleado, ya que tú eres el principal empleado de tu empresa y sin ti a la cabeza tu empresa no crece ni genera dinero. Aquí es cuando pasamos la delgada línea de trabajar por dinero a que el dinero trabaje para ti. Para convertirte en empresario debes crear un equipo de trabajo, creas sistemas que trabajan duro para generar ingresos. Inviertes dinero para montar y mantener tu negocio y tienes tiempo flexible. Ahora ya empiezas a jugar con el dinero, sabes invertir, el dinero trabaja para ti. Sin embargo aún debes trabajar, supervisas, controlas procesos, creas estrategias. Te vas volviendo experto en el manejo del capital y adquieras más habilidades de inversionista, hasta convertirte en uno. Aquí es cuando tu solo te dedicas a crear y buscar oportunidades para hacer crecer tu capital, tienes dinero trabajando duro para ti. Disfrutas de la verdadera libertad, generar ingresos residuales y pasivos, no trabajas, el dinero trabaja para ti. Ahora el trabajo es mental, te dedicas a diseñar estrategias, a inventar procesos a inventar negocios, y tienes un equipo de expertos que te apoyan hacer tus pensamientos realidad.
Convertirte en inversionista es un proceso y es la meta de todo joven emprendedor, llegar a este nivel donde eres el creador de tu propia realidad, eres libre e independiente, eres dueño de tu propio tiempo. Lograrlo toma su tiempo, pero te tengo una buena noticia, desde hoy puedes convertirte y pensar como inversionista. Piensa en todo como una inversión. Siembra hoy, pospón tu satisfacción inmediata, se paciente y cosecha tu huerto cuando los frutos estén listos.

1.  El tiempo, el mayor activo de los inversionistas
   Todo inversionista lo tiene claro, su tiempo vale oro. Planifica tu vida, mantén una agenda y se organizado. Ten claro lo que vas hacer cada día y semana como mínimo. Si no lo tienes claro, vas a estar desperdiciando tiempo y energía. Agenda todas tus citas una vez las programes. Se puntual y respetuoso con el tiempo de los demás, de esa manera los demás serán respetuosos con tu tiempo también. Se estricto con tus reuniones, se concreto y directo, una reunión de trabajo no debe durar más de una hora, a menos de que de verdad lo amerite. Anda preparado de manera que tu reunión sea más provechosa.
   Pregúntate también como inviertes tu tiempo. Cuando tiempo me doy para mi familia, mis amigos, mi educación, trabajo, entretenimiento. Maneja un equilibrio, invierte tu tiempo en compartir con personas que te creen valor y deja de desperdiciarlo en relaciones sin sentido que no te llevan a ningún lugar.
2. Invierte en ti
   Tu eres el creador de tu propia realidad y entre más preparado estés para enfrentar el mundo más efectivo serás. Tomarás mejores decisiones y obtendrás mejores resultados. Tu mente y cuerpo son tus principales activos físicos que tendrás en toda tu vida. Invierte en ambos. Edúcate constantemente, lee libros, asiste a seminarios y talleres, obtén mentores y coaches que te apoyen en tu crecimiento personal. Invierte en tu salud, haz ejercicio todos los días, invierte en tu cuerpo de manera que seas la mejor versión posible de ti mismo. En mejor estado físico y mental te encuentres más productivo y magnético de convertirás, atraerás mejores amistades, oportunidades de negocio y dinero.
   El manejo de tus amistades es una de las formas fundamentales de invertir en ti y que muchos emprendedores no prestan la debida atención. Dime con quién andas y te diré quién eres. Comparte tú tiempo con personas que te ayuden a crecer que te impulsen a ser mejor persona, de quienes puedas aprender, con quienes tengas oportunidad de crear nuevas oportunidades, disfrutar y ser feliz. Los inversionistas como repito no pierden su tiempo en conversaciones sin sentido, en chismes o tonterías. No digo que seas un aburrido, pero una cosa es disfrutar la vida y otra muy diferente es tomarse la vida como un chiste.
3.  Actúa como si fueras hasta que lo seas
   Este tercer punto es básico en todo el desarrollo del camino del emprendedor hacia el inversionista. Actúa como si fueras hasta que lo seas. En los anteriores puntos hablamos de forma clara como piensa y actúa un inversionista. Piensa todo el tiempo como inversionista es pensar en cómo invertir mi tiempo y mi dinero. No lo desperdicies, tenemos una sola vida y tiempo limitado para vivirla. Piensa todo el tiempo en invertir. Invierte en buenas amistades, en viajes placenteros, en alimentación saludable, en seminarios, libros y cursos, invierte en tu familia, dar amor es una buena inversión. Y es que así son los inversionistas, poniendo a un lado las cifras de las cuentas bancarias de un inversionista exitoso, como lo he descrito es la manera que actúa una persona altamente exitosa. Y es que para ser exitosos debemos serlo primero desde nuestro interior y ser ricos en todo. Invierte en las siete áreas de tu vida, en tu familia, pareja, salud, sociedad, entretenimiento, profesión y finanzas.
   Conviértete en un ganador, actúa como tal, se perseverante hasta que tengas interiorizado los hábitos adecuados que te harán ser una persona exitosa. Si lo crees posible, lo tendrás. Creértelo, créete que eres un inversionista exitoso, actúa como tal, habla y compórtate como si lo fueras y tu entorno se encargará de darte lo que te mereces por lo que eres.